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Inanna, diosa Sumeria, del amor, del cielo y la tierra, asociada con la belleza y la fertilidad.
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Isis, sanando el dolor. Diosa egipcia, hermana y esposa del dios Osiris y representa el arquetipo de la Gran Diosa Madre.
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Demeter. Representa a la madre nutricia, que proporciona los cereales que alimentan a los seres humanos.
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Afrodita: Diosa del amor y la belleza. Cuando la energía de Afrodita entra en la vida de una mujer se produce una transformación. De repente, los demás la perciben “más linda”, con más frescura, como si tuviera un nuevo brillo.
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Hestia, la sabiduría interior y el alma de la casa. Su presencia era fundamental para que una casa se convirtiera en un Hogar.
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Hera, re-imaginando a la esposa arquetípica
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Atenea: tejiendo nuestro destino. Con su creatividad y sabiduría, nos ayuda a tejer, y también, cuando es necesario, a destejer…
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Artemisa no duda, no da vueltas, actúa con firmeza. Artemisa nos brinda su fuerza, su concentración, su capacidad de decisión y de lograr metas.
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Ariadna: La Señora del Laberinto. Ella con su hilo mágico, puede ayudarnos a salir de los enredos en los que a veces nos sentimos atrapadas, para que podamos enfrentar a nuestros monstruos internos, y salir renovadas, hacia una nueva vida mucho más plena.
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Psique y las pruebas del amor…Nosotras, como Psique, estamos en nuestro propio viaje. Más allá de la etapa en la que nos encontremos, es importante recordar, si nos desalentamos, que el viaje vale la pena.
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Penélope, que nos da fuerza para enfrentar los desafíos, la capacidad de ser fieles a nuestro deseo y la posibilidad de renovarnos a través del reencuentro con los seres que amamos
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